jueves, 28 de agosto de 2014

La fantasía y el autodescubrimiento


¿Cómo la fantasía se convierte en una puerta al mundo interior?


Por: Stephanny Echeverri, Andrés Echavarría, Cintya Maturana y Julliana Roldán
La fantasía es una cualidad de la imaginación; la imaginación es un mundo subjetivo y lleno de autoconocimiento, a través de ella y por tanto de la fantasía se pone en evidencia los impulsos y deseos más íntimos del ser. La fantasía es una imagen de nosotros mismos desvelada a través de un mundo metafísico (onírico). Es un proceso recíproco, por tanto el mundo interior se transforma por medio de la imaginación en imágenes fantásticas para que las captemos, y al captarlas entendamos de manera más clara, esos, nuestros deseos que en vez de ocultos ahora se encuentran inevitablemente descubiertos. 

Lo Dionisíaco y el Principio de Individuación



Por: Julliana Roldán
Al compartir en sociedad y embriagarnos por medio de manifestaciones comunes y satisfactorias de cualquier índole ya hay un sentimiento de reconocimiento de sí mismo en el otro, por ende el Principio de individuación se diluye lentamente para sentirnos parte de un todo. 

Sin embargo, si se llega a la embriaguez es porque ya hay un caracter propio que permitió identificarse con esos colectivos. Del mismo modo en algún momento de la embriaguez al estar envuelto en la experiencia masiva el ser se impregna de la multitud y absorbe lo que le es agradable y lo que no, a partir de ahí, forma o reforma criterios, amplia su mirada del mundo, y le brinda la posibilidad de saborear la existencia de otra manera, pero sin separarse del sentimiento en común que lo une a la masa. En conclusión, el cruce constante entre la mesura y el desbordamiento (lo Apolíneo y lo Dionisíaco), es necesario para que cada ser humano siga construyendo su Principio de individuación.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Lo Apolíneo y la Fotografía del pasado

Manuel Álvarez Bravo. La otra mamá, 1940

Por: Julliana  Roldán
Capturar una situación, una escena, la escencia de algo, de alguien. En eso consiste el bello mundo de la Fotografía. Nos da un reflejo, una pista de cómo fueron las ciudades del pasado, la naturaleza, los paisajes, las ideas y creaciones artísticas de sociedades de antaño, y de cómo todo aquel cúmulo de elementos se fueron transformando; nos invita a imaginar e intentar comprender esa muda escena que encierra el papel fotográfico revelado, que narra algo que sucedió de manera concisa, pero por la noción espacio-tiempo está sujeta a que cada quien le de una interpretación y para ello se necesita de la imaginación. Creo que en ese sentido es posible entender a modo de metáfora el camino luminoso que  Apolo aporta, no sólo en función de ampliar la creatividad y a partir de ahí construir nuevas concepciones acerca de la vida, sino también para revisar y reflexionar el pasado y cuestionarse que es viable mejorar y ampliar del presente.   


Manuel Álvarez Bravo. El señor de la Papantía, 1934 


Manuel Álvarez bravo (1902-2002), fue y seguira siendo una de los fotógrafos latinoamericanos más importantes y referenciados del siglo XX, su siglo de existencia le permitió recopilar un extenso trabajo fotográfico. Exploró el surrealismo en situaciones cotidianas y casuales, así como también la idiosincrasia y problemáticas sociales de su México natal.



Un principio natural

Principium individuationis


Por: Julliana Roldán
El ser humano quien se define así para catalogarse en un plano general (Cosmos), desarrolla un proceso natural llamado: principio de individuación. Este principium se manifiesta en un primer momento de manera importante en el mundo onírico con Apolo y Dioniso y a partir de allí en relación al mundo que solemos llamar "real". Aquel mundo de los sueños que todos hemos experimentado y que nos ha permitido entrar en contacto con la presencia magnificadora de los dioses, es un lugar por el cual se transita infinidad de veces, pero nunca de la misma manera; es un universo infinito propio de cada ser, privado, íntimo, artístico, que desentraña experiencias, recuerdos, fantasías, sentimientos individuales y los configura en una obra de arte. 

Ese ensimismamiento se presenta también aunque de manera diferente (tal vez más consciente) en esta realidad, cuando vamos descubriendo a otros individuos con otros "mundos" y de paso contestándonos interrogantes muy comunes como: ¿qué soy? ¿cómo soy? y ¿qúe busco ser?. Estas inquietudes existenciales las vamos intentando responder a lo largo de la vida (por lo menos yo lo intento) y no tenemos respuestas definitivas, pues siempre todo cambia o se tranforma o descubrimos nuevas cosas que nos generan un replanteamiento de esas preguntas que ya habíamos respondido o que estabamos tratando de responder, y así nos vamos yendo...como la respiración, lo hacemos constantemente, pero  ¿respiramos el mismo aire que exhalamos hace un segundo?.

Tanto en la realidad de los sueños como en esta hay una manifestación constante de lo que deseamos, cuyo fin es que encontremos satisfacción en existir. A partir de dos mundos, uno del deseo subjetivo y el otro de la búsqueda de traer ese anhelo a la acción consciente, desarrollamos características que nos diferencian mucho o poco unos de otros y nos convertimos en "elementos particulares" de un todo al cual llamamos género humano.

martes, 19 de agosto de 2014

Primera reflexión en torno a Nietzsche


El límite de la imaginación humana atraviesa puentes hacia lo divino

Por: Julliana Roldán
Para alcanzar una experiencia divina basta con algunas experiencias como los sueños, estos ocurren de manera natural e innata y es el medio por execelencia por el cual es posible percibir esa sensación sublime que produce el encuentro entre lo mortal imperfecto y lo eterno perfecto. El arte por ejemplo es un acto sensible y todos participamos de él cuando entramos al mundo onírico, producto de un encuentro entre la experiencia y los deseos apolíneos o dionisíacos que habitan en cada ser, y refleja que existe una necesidad metafísica que convoca a crear una huella, un reflejo  de lo que somos o creemos. 

Se podría pensar que aunque la imaginación está compuesta en gran parte por las imágenes que hemos recopilado a través de la existencia (recreación), es también la capacidad de crear o recibir nuevos elementos que enriquecen y satisfacen la cotidianidad y la experiencia sensorial del ser humano, quizá cuando dioses como Apolo y Dioniso hacen presencia en el ser, es porque buscan ampliar nuestra imaginacón o tal vez intentan ponerla al límite y demostrar que hay mucho más allá de lo que podemos observar.


(Friedrich Nietzsche. El nacimiento de la tragedia, capítulo I)


























Imagen tomada del sitio: Imagen Política de México y del Mundo  
(19 de agosto del 2014)

viernes, 8 de agosto de 2014