Principium individuationis
Por: Julliana Roldán
El ser humano quien se define así para catalogarse en un plano general (Cosmos), desarrolla un proceso natural llamado: principio de individuación. Este principium se manifiesta en un primer momento de manera importante en el mundo onírico con Apolo y Dioniso y a partir de allí en relación al mundo que solemos llamar "real". Aquel mundo de los sueños que todos hemos experimentado y que nos ha permitido entrar en contacto con la presencia magnificadora de los dioses, es un lugar por el cual se transita infinidad de veces, pero nunca de la misma manera; es un universo infinito propio de cada ser, privado, íntimo, artístico, que desentraña experiencias, recuerdos, fantasías, sentimientos individuales y los configura en una obra de arte.
Ese ensimismamiento se presenta también aunque de manera diferente (tal vez más consciente) en esta realidad, cuando vamos descubriendo a otros individuos con otros "mundos" y de paso contestándonos interrogantes muy comunes como: ¿qué soy? ¿cómo soy? y ¿qúe busco ser?. Estas inquietudes existenciales las vamos intentando responder a lo largo de la vida (por lo menos yo lo intento) y no tenemos respuestas definitivas, pues siempre todo cambia o se tranforma o descubrimos nuevas cosas que nos generan un replanteamiento de esas preguntas que ya habíamos respondido o que estabamos tratando de responder, y así nos vamos yendo...como la respiración, lo hacemos constantemente, pero ¿respiramos el mismo aire que exhalamos hace un segundo?.
Tanto en la realidad de los sueños como en esta hay una manifestación constante de lo que deseamos, cuyo fin es que encontremos satisfacción en existir. A partir de dos mundos, uno del deseo subjetivo y el otro de la búsqueda de traer ese anhelo a la acción consciente, desarrollamos características que nos diferencian mucho o poco unos de otros y nos convertimos en "elementos particulares" de un todo al cual llamamos género humano.