martes, 28 de octubre de 2014

Hacer de la vida una obra de Arte.



Por: Julliana Roldán
Haz lo que te gusta, eso te hará feliz; trata de disfrutar a cada instante, para que tu vida sea intensa, eso sí no te excedas; actúa y goza sin arrepentimientos, no hay tiempo para darle demasiadas vueltas a un mismo asunto, lo que pasó ya no se puede cambiar, entonces enfócate únicamente en lo que viene y trata de hacer las cosas bien, de manera que quedes satisfecho. Eres el único dueño de tu vida, el piloto de tus acciones, el fin último es la felicidad, esta mantedrá tu espíritu y mente a plenitud; no hay cielo, no hay infierno; la luna, el sol, él, ella, la selva, la calle, el mar... Es lo que hay. Eres un artista innato porque exploras y te dejas llevar por lo que te atrae, emociona y conforta. Tu lienzo es el mundo entero y tú eres la herramienta que a cada paso va pintando una historia. Vas estructurando la vida a modo de obra de arte.

(Referencia a la doctrina que promovió el filósofo griego Epicuro de Samos hace más de 2.300 años, basada en el placer y la felicidad como "deber ser" de la humanidad).






La Metafísica de Aristóteles



Por: Julliana Roldán
Lo que hoy conocemos como Metafísica, para Aristóteles era filosofía primera, una especie de ciencia que indagaba las causas primeras del SER, es pues entre otras cosas el estudio sobre lo que constituye al ser humano más allá de lo tangible del cuerpo. Hay cuatro causas primeras: la esencia (causa y principio), la materia (sujeto, lo real, sustancia primera), el movimiento (modifica la sustancia primera, da forma y la hace finita) y el Telos o causa final de toda producción que es el Bien (Dios). Por lo tanto, como sujetos estamos cambiando porque somos seres que buscamos constantemente pasar de Potencia a Acto, de querer ser a ser, para reposar por último y como bien mayor en la perfección del encuentro con Dios. Esa Teleología de Aristóteles basada en un Ente divino, perfecto y bello será a lo largo de la historia reconsiderada por pensadores y filósofos que intentaran nombrar una finalidad diferente al SER humano. 

lunes, 20 de octubre de 2014

Propuesta Humanista de Pico Della Mirandola



Por: Julliana Roldán
Inmerso en el Renacimiento, un contexto racional álgido, Pico della Mirandola propone un tipo de hombre no del todo racional, no del todo religioso. Comienza por ubicarlo en el centro del universo, como quien mueve los hilos del mundo, la especie privilegiada de la Naturaleza por su capacidad y libertad de experimentar el plano espiritual, divino, místico, sublime, que le eleva y le permite trascender la condición humana que lo enfrasca en la mera realidad. Según Pico della Mirandola esa trascendencia se logra de la mano de la filosofía y la teología. La primera le da al hombre las herramientas necesarias para ser sabio, desenvolverse sin ataduras, libre, gracias al conocimiento, el cual abre nuevas dudas que le invitan a indagar y conocer dimensiones que sobrepasan la razón; allí entra a desempeñar la teología un papel importante, pues es ella la que completa la búsqueda de la expansión de lo humano a algo más humano. Por tanto, ya no es Dios el que maneja el destino del hombre (como se hacía creer en la Edad Media), sino que es este último quien elige con plena autonomía, si se queda en el dogma medieval, en la razón o si trasciende a la máxima dimensión a un encuentro con la perfección divina.


Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494)


http://www.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena%2055/Colmenario/JuanV.html 

En este sitio web pueden encontrar un acercamiento muy interesante a la propuesta humanista de Pico della Mirandola.

Imagen tomada del sitio:
http://zulaimarcela.wordpress.com/2013/12/30/938/

miércoles, 1 de octubre de 2014

Problema ontológico abordado desde el arte


¿Por qué disfrutamos la oscuridad?

Nota breve:



"El arte no se hace de verdades absolutas. Tal vez la verdad (moral, política, sexual, religiosa, ética, científica) ni siquiera sea una de sus obsesiones. Pero sí es muy posible que cada artista lleve consigo sus propias obsesiones y que sean ellas sus verdades, o por lo menos el vehículo hacia una verdad personal, subjetiva, sin ningún ánimo de comprobación ni, menos, de ser profesada. El énfasis en la verdad que pueda comportar una obra de arte es el mismo énfasis de su falsedad, de su poca importancia. Si acaso la obra transmite, en quien la recibe, un sentimiento de convicción, una relativa verdad, ella ha sido construida por aquel espectador. Sin duda era él quien la necesitaba."

                    Revista ALMA MATER, Universidad de Antioquia, Medellín, 2013.