Julliana Roldán
Giorgio Colli plantea en su obra "El Nacimiento de la Filosofía", que el origen precisamente de la filosofía, al menos de manera escrita -como la conocemos- surge con Platón cuando este por "amor al conocimiento" decide plasmar en sus Diálogos, los discursos filosóficos que había escuchado directa o indirectamente de Sócrates (su maestro) principalmente. Todo con el fin de dar soporte a aquella tradición oral, clara muestra de Sabiduría que ante sus ojos se iba desvaneciendo.
Platón introduce a través de la figura de Sócrates, un corto relato histórico a cerca del origen de la escritura y de las que según él serían las consecuencias que, en caso de emplearla, traería para la cultivacion del conocimiento y la memoria, ambas fruto de la indagación y constante comunicación de los fenómenos visibles y metafísicos de la vida. Ese pequeño relato se muestra a continuación:
"SÓCRATES: Pues bien, oí decir que vivió en Egipto en los alrededores de Neucratis uno de los antiguos dioses del país, aquél a quien le está consagrado el pájaro que llaman Ibis. Su nombre es Theuth y fue el primero en descubrir no sólo el número y el cálculo, sino la geometría y la astronomía, el juego de damas y los dados, y también las letras. Reinaba entonces en todo Egipto Thamus que vivía en esa gran ciudad del alto país a la que llaman los griegos la Tebas egipcia, así como a Thamus le llaman Ammón. Theuth fue a verle y, mostrándole sus artes, le dijo que debían ser entregadas al resto de los egipcios. Preguntóle entonces Thamus cuáles eran las ventajas que tenía cada una y, según se las iba exponiendo aquél, reprobaba o alababa lo que en la exposición le parecía que estaba mal o bien. Muchas fueron las observaciones que en uno y en otro sentido, según se cuenta, hizo Thamus a Theuth a propósito de cada arte, y sería muy largo referirlas. Pero una vez que hubo llegado a la escritura, dijo Theuth: "Este conocimiento, oh rey, hará más sabios a los egipcios y aumentará su memoria. Pues se ha inventado como un remedio de la sabiduría y la memoria". Y aquél replicó: "Oh, Theuth, excelso inventor de artes, unos son capaces de dar al ser a los inventos del arte, y otros de discernir en qué medida son ventajosos o perjudiciales para quienes van a hacer uso de ellos. Y ahora tú, como padre que eres de las letras, dijiste por cariño a ellas el efecto contrario al que producen. Pues este invento dará origen en las almas de quienes lo aprendan al olvido, por descuido del cultivo de la memoria, ya que los hombres, por culpa de su confianza en la escritura, serán traídos al recuerdo desde fuera, por unos caracteres ajenos a ellos, no desde dentro, por su propio esfuerzo. Así que, no es un remedio para la memoria, sino para suscitar el recuerdo lo que es tu invento.
Apariencia de sabiduría y no sabiduría verdadera procuras a tus discípulos. Pues habiendo oído hablar de muchas cosas sin introducción, darán la impresión de conocer muchas cosas, a pesar de ser en su mayoría unos perfectos ignorantes; y serán fastidiosos de tratar, al haberse convertido, en vez de sabios, en hombres con la presunción de serlo"
PLATÓN. Fedro. Argentina, Editorial Altamira, 2003, pp. 92-94.
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